PATATA BORROKA

Ayer estuve en Donosti. Como patata he de decir que no he encontrado un lugar mejor para vivir…pero eso es harina de otro patatal. Me levanté a una hora que ni sabía que existía en domingo, me puse ropa de patata y me fui a coger el autobús, porque esta patata pese a lo arrugada que está, todavía no tiene carné de patata para conducir.
Tres horas después, y tras no poder soñar con cosas de patatas en el patatabus porque había patatas gilipollas que no me dejaron dormir, llegué.
Me traje la lluvia del pueblo, bueno a medida que la tarde avanzaba salió tal solpatata que se me frió la nariz.
Mientras comía (no patatas), de repente se oyeron unos gritos que me pusieron las raíces de punta y todas las patatas de la calle entraron por miedo. Resulta que como cada año, alguna gente se manifestaba no sé por qué, y había un montón de patatas arrugadas vestidas de negro y rojo de la cabeza a los pies, cargadas con grandes armas contra patatas, que daban muchísimo miedo. Al día siguiente salió por la patata televisión. En los días que me queden como patata nunca se me olvidará la imagen del padre corriendo con una pequeña patata en brazos llorando. Mis preguntas de patata: ¿quién vigila a los que nos protegen? ¿Quién incita a quién? ¿Hasta dónde llega la libertad de expresión? ¿A quién hay que temer más? Pero eso son cosas que no implican a patatas.
Aparte de eso, fue día de traineras y de cine. Respecto al de traineras decir que te sentías patata discriminada por ser marrón y no ir de los siguientes colores: rojo, azul, rosa, amarillo, violeta o verde. Que tenías media hora de cola si querías ir a un baño con puerta, aunque siempre tenías la posibilidad de enseñar el culo en la calle si no querías esperar. Que había tal cantidad de botellas de sidra (pobre señor Manzana se sentirá muy enfermo) que era imposible no pisar alguna. Y que el aire olía a talo con chorizo (esa es una muy buena noticia para las patatas del mundo).
También fue día de cine. El jueves empieza el 56 Festival de Cine patata y compré alguna entrada, porque yo soy patata cinéfila 100%, a la que le gusta más el cine que una patata lisa y que va por las películas, no por las patatas famosas. Pero eso será otro día de patata.
Y hasta aquí mi donostiarra día patata.
¡Ah! En las traineras ganaron los rojos quienes fueran.